Este titular es el que va a conducir este blog, donde el mercado de la segunda residencia se ha ligado al ocio y las vacaciones. España siempre fue un mercado atractivo, sobre todo para los extranjeros, donde el binomio de Sol y Playa fue asociado a la imagen de nuestro pais por todas las agencias turísticas que arrastraron al mercado inmobiliario.
Este flujo supuso el nacimiento de un sector turístico rico que alcanzó al residencial, y con el gran auge y apogeo de la construcción durante estos años y su actual ajuste ha hecho que el sector se modernice y busque alternativas a este mercado tradicional donde ya existen casi 3,4 millones de residencias secundarias; viviendas en las que se habita de manera temporal, generalmente durante las vacaciones y los fines de semana.
Si bien en sus inicios estas residencias se situaban en las proximidades de las ciudades o en los pueblos de origen de los nuevos pobladores de las ciudades, que con el dinero generado decidían invertir sus ahorros en una casa en su localidad de origen; rápidamente surgió la atracción de la cosa y, en cuanto a la demanda, el litoral mediterráneo es la principal atracción, con un fuerte empuje de los ciudadanos extranjeros: compraron en 2004 el 40% de las viviendas adquiridas en municipios costeros y de segunda línea.
Hoy en día es una oportunidad excepcional de adquirir una de estas residencias, pues el periodo de ajuste del sector inmobiliario está sacando al mercado una gran cantidad y variedad de pisos a unos precios muy competitivos. Además el sector ha basado su competitividad en la calidad.
Y un ejemplo de ello lo podemos encontrar en la Comunidad de Murcia, región que en plena crisis inmobiliaria sigue revalorizándose el metro cuadrado construído.
Vivienda y Vida 